viernes, 24 de abril de 2009

Crisis, neoliberalismo y nuevas resistencias

En España se alcanza la cifra histórica de 4 millones de parados.
Esta semana en Lovaina, cerca de Bruselas, tiene lugar una contracumbre en la que se dan encuentro portavoces y activistas de una gran parte del movimiento estudiantil europeo. Han ido allí a decir que ya vasta. Ya vasta de promesas de una globalización igualitaria, ya vasta de promesas de un marco europeo de educación que permita la movilidad de los estudiantes, ya vasta de promesas de un modelo económico que, especialmente estos días, ha demostrado su ineficacia e inhumanidad.

Desde los años 70 empieza la ofensiva neoliberal en todo el mundo, el libre mercado se impone como pensamiento único y como modelo todopoderosos de desarrollo de la humanidad, nada escapa a él. Lo que ha venido después, lo podemos ver cada día. El desmantelamiento del Estado del Bienestar en Europa; dictaduras en Latinoamérica que impusieron con las armas en la mano un modelo de sociedad que la propia sociedad civil no deseaba; el empobrecimiento, destrucción y abandono de África; el choque de civilizaciones; el desmembramiento de los movimientos de resitencia; la prostitución de la democracia; una supuesta sociedad del conocimiento y la información que supedita toda cultura y educación a las demandas del mercado y unos medios de comunicación de masas que conducen la opinión según los intereses de las grandes empresas multinacionales y ofrecen una producción cultural estandarizada, vacía y alienante, bajo la defensa de los gustos de la audiencia.

Se vendió la sociedad y en los primeros años ésta parecía estar contenta, no podía ver más allá de los cientos de productos y oporutindades de autorrealización personal que les ofrecía el mercado. Coches, teléfonos móviles, chats para ligar por Internet, grandes centros comerciales, viajes a destinos exóticos... todo lo que un ser humano puede desear. Pero hoy vemos que esa mentira era evidente.

Pese a la destrucción del movimiento obrero, que había marcado la oposición política de la modernidad, desde que se inició la industrialización del XIX, hoy surgen nuevos focos de resistencia, que si bien todavía no han alcanzado toda la relevancia que desearan, cada día se organizan y crean nuevos espacios democráticos al margen de los cauces que establecen las instituciones y empresas. Especial relevancia tiene en el ámbito estudiantil el movimiento asambleario contra Bolonia y la mercantilización de la Universidad. Es un movimiento completamente incomprendido y desconocido, pero está organizado y demuestra cada día que existe otra manera de hacer las cosas, que existe otra política, que existe otra globalización. La derecha lo detesta y la izquierda tradicional no lo entiende. Sufre la represión policial y el ataque de los medios de comuniación, es una realidad que intenta ser tapada, destruida.

Encierros, manifestaciones, debates, propaganda, actuación con otros movimientos sociales... pero esto no es lo importante. Lo importante es su forma de organización y actuación completamente horizontal. No hay cargos, no hay líderes, no hay representantes, no hay líneas políticas preestablecidas. Todo se vota y se consensúa, todas las decisiones son unánimes. Estas asambleas han sido capaces de paralizar decenas de Universidades en todo el Estado Español. Pero no solo eso, son la muestra de un uso consciente, organizado y utilitario de las nuevas redes de comunicación y de que la unión de las naciones y las regiones no es sólo la convergencia de moneda. Han habido encuenros a nivel estatal y ahora estudiantes de toda Europa se reunen en Bruselas. Esto es resultado de una gran organización, comunicación y coordinación de movimientos a nivel internacional. Lo que allí pase será ocultado o ignorado por los medios. Como mucho sacarán por la televisión las imágenes de disturbios con vistas a criminalizar el movimiento. Pero no, se escribirá en muchos rincones, los estudiantes no son terroristas. Defienden una Universidad Pública, de todos y para toda la sociedad, no van a permitir que triunfe su modelo. NO

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